Se habla mucho de medio ambiente, sostenibilidad, cambio climático, eficiencia energética, certificaciones ambientales, pero ... ¿realmente están avanzando los retos con la suficiente solidez?

Cuando la Comisión impulsada por la Asociación 22@Network, con la que hemos ido haciendo red a lo largo de hace ya 15 años, se decidió llamar a la comisión como "Comisión de Empresa y Medio Ambiente" había en su tras fondo un convencimiento de cambio en la manera de afrontar estos nuevos retos.

La empresa debía ser líder y vertebradora de este nuevo paradigma (ambiental, social y económico), con la seguridad que se hacía necesario reorientar los modos de producir, trabajar y vivir.

La empresa debía liderar los nuevos pactos mundiales, así como la implementación de las directivas europeas que se iban redactando en este sentido. Su transposición en leyes, reglamentos o normativas de obligado cumplimiento transformarían esta nueva realidad en instrumentos objetivos y equitativos, pero la necesidad y premura del cambio tenía que hacer de la empresa, con su capacidad de percibir oportunidades y amenazas, la que empujaba y proponía, en estrecha colaboración con el bien común.

Si revisamos los impulsos que actualmente se están haciendo, es gratificante ver que, desde el punto de vista de los edificios del 22@, tanto de obra nueva, como rehabilitada, ya se empieza a exigir, tanto por parte del usuario, como los operadores, que las oficinas sean energéticamente eficientes y cuiden el bienestar y salud de sus espacios. Es un reto que no se restringe sólo en unos sellos que nos lo certifiquen, sino también en un buen uso que nos lo ratifique; proyecto, construcción y mantenimiento son igual de importantes para hacer realidad el objetivo.

Más allá de los edificios, las redes profesionales del 22@ ya empiezan a poner en común la multitud de posibilidades que nos pueden encarar hacia una economía circular. El intercambio impulsado en el entorno de la asociación permite la creación de nuevos activos que puedan ser materia prima para la elaboración de nuevos productos y nuevas empresas productivas y de servicios.

Centro científico y tecnológico LEITAT. Picharchitects/Pich-Aguilera

Por último y por citar los tres retos actuales de la Comisión, citamos la colaboración que como empresas podemos aportar a la ciudad, con la investigación y activación del verde, con propuestas que empujen el buen uso y gestión del agua (como el recurso más preciado) y con la apuesta por la producción de energía renovable. Podríamos hacer del distrito una referencia de autosuficiencia.

Arquitectos, centros tecnológicos, empresas de servicio de agua y energía, empresas del mundo de las TICs y de la comunicación, cooperativas de viviendas y directivos del turismo, proponen proyectos a la Comisión, con la voluntad de empujar infinitas iniciativas y actividades, que provienen del mundo empresarial, profesional, político y ciudadano.

Teresa Batlle

Arquitecta y Presidenta de la Comisión de Empresa y Medio Ambiente de 22@Network