Alcanzar el desarrollo sostenible y equitativo de todo un planeta es algo muy difícil de conseguir, por eso es necesario marcar algunas pautas que permitan organizar, estimular y financiar ese desarrollo.

Mayrilian Acosta Dávalos-CEO Feliz Es Poco

El pasado 25 de abril Naciones Unidas publicó una edición especial del informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que marca los avances y retrocesos de los países.

En el lanzamiento del informe el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres enfatizó: “A mitad de camino de la fecha límite para la Agenda 2030, estamos dejando atrás a más de la mitad del mundo. A menos que actuemos ahora, la Agenda 2030 se convertirá en un epitafio para un mundo que podría haber sido”. 

Es conocido por todos que la pandemia de COVID-19 y la triple crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación están teniendo un impacto devastador, amplificado por las guerras que tiene lugar en diversos puntos del mundo. 

Pero esto no quiere decir que deba ser un momento de desesperanza y frustraciones. Muy por el contrario, la agenda marca pautas de consenso global. Es un plan que podemos aplicar y adaptar a nuestras propias realidades, muestra soluciones y los principales problemas que debemos enfrentar para no dejar a nadie atrás. Aportar a la agenda es aportar a nuestras propias vidas, es un gran rompecabezas donde cada pieza conforma una realidad mayor. Debemos empezar por nosotros mismos. 

Sí, estamos justo a mitad de camino y muchos son los obstáculos. Hay que cambiar la manera en que la economía global está organizada y muchas decisiones a nivel político deben ser consensuadas. Los ODS son la herramienta para disminuir las divisiones económicas y geopolíticas; para restaurar la confianza y reconstruir la solidaridad. Ningún país puede permitirse el lujo de verlos fracasar. Ningún país puede conseguirlos solo. Ningún gobierno local, comunidad, o empresa puede conseguirlo sin tomar en cuenta el talento que la conforma.

La agenda es global, puede aplicarse en cada rincón del planeta, y el talento como cualidad humana también es global, existe en cada rincón del planeta. Es ahí donde radica la gran fortaleza de la especie humana. Hoy tenemos 17 objetivos para que todos tengamos los mismos derechos y oportunidades al 2030, es cierto, pueden ser muy complejos y además tiene 169 metas. Pero en el planeta hay 8 500 millones de talentos y cada uno es único. Eso es más que suficiente para reconducir nuestros objetivos a todos los niveles.

¿Por qué es necesario localizar o focalizar los ODS? 

La iniciativa "Efecte Talent" salió del trabajo transversal de las comisiones de Talento, Innovación, Dones en Valor y ODS. Si bien los ODS son globales, su logro dependerá de nuestra capacidad para hacerlos realidad en nuestras ciudades y regiones. Para seguir trabajando en esos grandes objetivos hay que marcarse algunos pequeños porque cada país, ciudad, pueblo, barrio o localidad tienen sus propios retos que enfrentar.

El Distrito de Innovación 22@ por supuesto, no está ajeno a esta realidad. Aunque uno de sus objetivos es seguir un modelo de ciudad compacta y compleja, con mezcla de usos que incluya vivienda, servicios al ciudadano y a las empresas, zonas verdes y equipamientos, se enfrenta al gran reto de captar, fidelizar el talento que llega a la ciudad y redescubrir y estimular el talento que vive en el distrito y que son parte del cada barrio. 

El 22@ es el primer distrito de innovación del mundo, muchos distritos han proliferado en todo el planeta es de entonces. Pero todos tienen el mismo reto, que la gentrificación no se apodere de su entorno. Allí existe y está cada vez más latente, la otra esa cara de los distritos de innovación. Por eso la 22@Network BCN trabaja en varias comisiones para lograr integrar a las empresas a su entorno y entre todas contribuir a los ODS. Por lo que es fundamental conectar, estimular y redescubrir ese el talento que está en el barrio, para que pueda complementar el que se forma en el distrito y el que llega de otras latitudes. 

Con el paso de los años, el 22@ ha logrado alcanzar cifras muy considerables a nivel de innovación, motor económico y posicionamiento en la ciudad de Barcelona. Ahora también lo hará desde la óptica social lanzando un proyecto tan innovador como es el EFECTO TALENTO.

EFECTE TALENT es una oportunidad para las empresas y las personas del distrito, personas que atraviesan situaciones difíciles, pero que tienen una vocación y competencias. EFECTE TALENT, es una solución, un puente entre las competencias de las personas y la brecha de talento que viven cada día las empresas. Es una práctica real desde la perspectiva local, para que las empresas que quieran participar contribuyan al logro de la Agenda 2030.

Pero ¿Qué tiene que ver el sector privado y el mundo empresarial con los ODS? Si hasta ahora se ha visto más como un problema de los países y de los gobiernos del mundo.

La mayoría de los bienes y servicios producidos provienen en gran medida de empresas privadas. Si estas empresas no están verdaderamente orientadas a cumplir con los ODS o a redirigir sus actividades en función de su propio bienestar y el de su entorno, no se alcanzarán estos objetivos. 

El talento en las empresas empieza a adoptar una nueva visión sobre la responsabilidad corporativa, las normas laborales y el impacto de su empresa en el entorno. Existen además muchas empresas e inversores que centran su análisis en cómo los factores ambientales, sociales y de gobernanza afectan la valoración financiera o el rendimiento de sus inversiones y la captación de talento. Por eso es necesario crear nuevas formas de asociación entre las empresas y el gobierno local, porque estas grandes transformaciones requieren una fuerte asociación público-privada.

Naciones Unidas brinda a las empresas e inversores herramientas para comprender cómo sus actividades afectan los ODS o los resultados económicos, sociales y ambientales para las personas y el planeta, porque las empresas son la clave para lograr nuevos modelos de prosperidad. Alrededor del mundo ya muchos inversores están adaptando sus estrategias para ofrecer no solo resultados financieros, sino resultados sociales y ambientales positivos. Cada vez más negocios reconocen el importante vínculo entre la sostenibilidad y rentabilidad futura.

En este contexto, los líderes y gestores del talento tienen una gran responsabilidad: desarrollar en ellos y en todas las personas de su entorno, una nueva mentalidad para analizar y encontrar soluciones rápidas, efectivas y estimulantes que hagan su estrategia empresarial sostenible.