La transformación urbana post olímpica que se llevó a cabo en el distrito de Sant Martí el Poblenou de Barcelona, conocido como 22@, hoy se encuentra en un momento que puede convertirse en una gran oportunidad para trascender de su objetivo principal, en gran parte logrado. Dividimos la historia de esta transformación en cuatro etapas:

Primera etapa (1998-2004): en la que se conceptualiza un imaginativo plan urbanístico para transformar más de ciento diez manzanas del Eixample calificadas de 22a (industrial) a 22@, con la idea de hacer ciudad y de atraer actividad económica de empresas tecnológicas y de telecomunicaciones (TIC).

Segunda etapa (2005-2014): en la que se desarrollan un número importante de planeamientos derivados y proyectos que permiten alcanzar los cambios de uso (de 22@ 22@T), se consolida el cambio de industrial a terciario. Sin embargo, después de varios años de bastante actividad, con la llegada de la crisis en 2009, se ralentizan drásticamente, si bien se consolida gran parte del 22@ sur.

Tercera etapa (2014-2020): en la que se retoman y consolidan los planeamientos y proyectos parados vez que se inician tímidamente estudios preliminares. Por un lado, se completa el 22@ sur y, poco a poco, se pone la vista en el norte. Si bien hay que destacar que, hoy en día, la situación general en Barcelona y, en particular en el 22@, es consecuencia de varios factores que han convergido y activado en un importantísimo número de proyectos terciarios (edificios de oficinas, residencias y otros). Estos factores son entre otros:

- Necesidad de atraer y retener talento

- Obsolescencia y falta de calidad de los edificios de oficinas existentes

- Reducción drástica de los proyectos hoteleros consecuencia del PEUAT (Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos)

- Demanda de edificios de última generación (bienestar de las personas)

- Reducción severa de los proyectos de viviendas para la aplicación del 30%

- Presión inversora local y extranjera para posicionarse en el distrito

En definitiva, en esta tercera etapa, se ha pasado de un destino propuesto por la oferta a uno solicitado por la demanda.

Y ahora se encara una cuarta etapa de transformación (2021-2030): en la que se reconoce el trabajo realizado que ha proporcionado un número elevado de calles, pasajes, parques, plazas, edificios, etc. de última generación y con altísimas ocupaciones que, en consecuencia, han incrementado el número de personas que vienen a trabajar en el barrio. Y es aquí donde radica el quid de la cuestión: ¿por qué vienen? Si tanta gente se desplaza para ir a su puesto de trabajo, ¿no sería fantástico (o deseable y seguramente normal) que pudieran vivir cerca del trabajo con todo lo que representa el consumo de tiempo y energía? Además, un altísimo porcentaje son extranjeros que quieren vivir en el Poblenou, lo que deriva en gentifricació al no haber disponible un parque de viviendas adecuado.

Ahora bien, la actual normativa no permite construir viviendas, por lo que habría que ser tan imaginativos como se fue en la primera etapa. Hoy en día las necesidades han cambiado y mañana lo seguirán haciendo. Como decía el padre de la relatividad "no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo". No rehuimos fórmulas nuevas como los coliving y cohousing, a medio camino entre la vivienda convencional, la residencia, el aparthotel y el hotel; ya que con una buena regulación se podría resolver una parte del problema. Consciente de las dificultades y reticencias, pero desde el optimismo que practico, sugiero que entre todos lo conseguimos.

By Albert Blanch, Arquitecte BCA