Han pasado más de veinte años desde que el 22@ se puso en marcha. El distrito tecnológico, nacido en el 2000, se ha convertido en un modelo internacional de regeneración urbana en el que la industria tradicional ha dado paso a las actividades más avanzadas. Ha sido un proceso no exento de debates, de lo contrario no sería Barcelona... Pasado todo este tiempo, las empresas e instituciones instaladas –las principales, agrupadas en la asociación 22@Network BCN– se proponen dar un nuevo salto que permita relanzar el proyecto para mantener su dinamismo y atracción. Este enfoque se plasmará en un plan estratégico a otros veinte años vista que se prevé presentar en enero o febrero. Para poderlo desplegar reclaman una mayor complicidad de todas las administraciones públicas.

“Lo que nos hace diferentes es la innovación”, expone Enric Urreta, presidente de 22@Network BCN, que cuenta con 220 asociados que dan empleo a unas 150.000 personas. “Y para innovar –prosigue–, necesitamos talento; pero el talento llega de la mano de los proyectos y estos van donde hay ciudad”. Esta cadena conforma el ADN de este hub tecnológico barcelonés. Su ubicación en el centro de una metrópolis es, precisamente, su punto fuerte. Por ello, subraya, “los profesionales que trabajan deben poder también vivir, hacer vida de barrio”. Esto, continúa, obliga a que “haya empresas, oficinas, viviendas, equipamientos, comercios, restaurantes, transporte público...”

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